España es el primer país al que más afecta la ludopatía y el Rasca de la ONCE contribuye a ello porque su consumo es muy accesible, muy barato, e igual de terriblemente adictivo que cualquier otro juego basado en recompensas, o que cualquier otra adicción. Entre los profesionales que se lo confirman a MERCA2 está la doctora Teresa Pérez-Espinosa, médico psiquiatra, fundadora y directora del grupo de clínicas que llevan su nombre en Asturias. La doctora y el resto de profesionales que luchan contra la ludopatía, y tratan de sacar de esa enfermedad a quienes caen en ella, coinciden en señalar que el rasca de la ONCE es un peligro que, claramente, las instituciones no quieren ver.
Pérez Espinosa recibe en su clínica a personas enganchadas al juego de todas las edades y a todo tipo de juegos de azar. Reconoce que las loterías instantáneas son tan peligrosas o más que las casas de apuestas. Los menores, y mayores, que no pueden jugar apuestas algo más altas, se inician con sorprendente facilidad de acceso en las loterías instantáneas, «que al principio no provocan grandes rotos económicos, pero acaban generando una alta adicción por las recompensas inmediatas. Y generan ludópatas que han empezado muy jóvenes, y lo continúan siendo en la edad adulta».
Esta psiquiatra nos confirma que trata constantemente a ludópatas que se han enganchado a través del Rasca de la ONCE. Nos atiende tras tratar el caso de una madre que trae a su hijo con 22 años, «que se enganchó con el Rasca siendo menor» y nos cuenta el desgarrador caso de un vendedor de la ONCE, que tenía incluso un problema físico en sus dedos, con algunas uñas destrozadas y los dedos desgastados por usarlos para rascar de manera compulsiva”, que se dejaba el sueldo en los boletos. merca2